Hace pocos días celebramos los 50 años del triunfo de la Unidad Popular, y aquel triunfo solo fue el reflejo del grado de organización y conciencia del pueblo organizado, el grado de desarrollo de una sociedad que avanzo en el modelo de sociedad y pacto social que permitiese a todos los ciudadanos poder vivir de manera digna. El gobierno de Allende, priorizo desde el primer momento, en la recuperación de los recursos naturales para el pueblo de chile, y que las riquezas que estos recursos genera pudiesen estar materializadas en mejorar las condiciones de vida de una sociedad precarizada, quizás estos fueron uno de los principales problemas que tuvo que enfrentar con el imperio yankee, quienes desde el primer día, junto a la derecha chilena, representada en aquellos años por Edwards, quienes comenzaron un proceso de boicot económico. Sabido es por todos los roles que jugo el Mercurio en financiar el golpe, más las suculentas ayudas entregadas por la CIA. Hoy, a cinco décadas de aquellos hechos, entendemos que Chile necesito un Estado como el que soñó Salvador Allende, lo que sucedió en Octubre, es el fiel reflejo que una sociedad distinta a la que nos han hecho creer que es lo normal, es lo que soñaron aquellos luchadores sociales que dieron su vida por defender las ideas de un gobierno popular y, la respuesta de la oligarquía, brutal y sanguinaria, solo refleja la naturaleza del sector, a quienes la democracia les sirve mientras no  vean afectados sus intereses.

APRUEBO, EL DESAFÍO HISTÓRICO

Después del estallido social que se inicia en octubre del 2019, hace exactamente un año, no hay chileno que tenga dudas respecto a la necesidad de una nueva Constitución para el país. A excepción, por supuesto, de aquellos que, en estos 40 años de vigencia del engendro constitucional Pinochetista, engordaron sus billeteras lucrando con las necesidades del pueblo. 

En la mente desquiciada de Jaime Guzmán, el ideólogo de la tiranía, su Constitución debía durar por los siglos de los siglos, pero no contó con que, cuatro décadas después, el pueblo movilizado iba a provocar un vuelco a su siniestra obra maestra. 

A pesar de la represión criminal que dejó cientos de víctimas entre muertos, heridos y ciegos, el gobierno de Sebastián Piñera no pudo eludir la demanda popular. El mal y manipulado acuerdo del 15 de noviembre, firmado entre gallos y medianoche, el que se firmó con la permanente amenaza de la casta militar, siempre al servicio del empresariado y jamás al lado del pueblo, este acuerdo (del 15/11)) niega la posibilidad de una verdadera Asamblea Constituyente, pero abre, al menos, la posibilidad de que el pueblo de el primer paso y el próximo 25 de octubre, sin más postergaciones, señale claramente sus opciones, por una nueva Constitución y por una Convención Constitucional conformada 100% por ciudadanos electos democráticamente. 

Por ahora, ojo con las maniobras de la derecha y a no caer en sus engaños. Recordar que “Convención Mixta” significa Parlamentarios y Ciudadanos, y no Hombres y Mujeres, como están difundiendo para confundir a la gente.

Desde luego, la tarea no se completa el día de la votación, porque de ahí en adelante queda un largo camino por recorrer. Habrá que seguir luchando hasta cambiar las leyes que sostienen el modelo neoliberal que la dictadura implantó a sangre y fuego, y construir una nueva sociedad. Una democracia participativa y una economía con sentido social. Educación, salud, previsión y vivienda como derechos sociales. Un Estado dueño de sus recursos naturales, independiente y soberano en sus decisiones y respetuoso de los Derechos Humanos. Un Estado que ponga fin al patriarcado y erradique la violencia contra la mujer. Un Estado plurinacional e intercultural, que reconozca y respete los derechos de los pueblos originarios. 

Como consejo Nacional de ACHIPEM, hacemos un llamado a todos los adultos mayores, quienes hemos tenido la suerte de vivir el proceso de la Unidad Popular, quienes vimos por primera vez al Estado de Chile que puso como centro al ser humano y no a las empresas, como todos los gobiernos post dictadura, que solo perpetuaron un modelo de saqueo y postergación de las personas, un sistema que solo empobrece a los más pobres, un sistema segregador, un sistema que ha creado el Chile de los que pueden pagar y el chile que genera deudores perpetuos.

Como ACHIPEM nacional, llamamos a APROBAR, y marcar la opción de “Convención Constitucional”, el futuro es nuestro y lo construye el pueblo.

Consejo Nacional

ACHIPEM

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